Gran nota escribió Bernardo Vázquez en El Cronista del miércoles sobre la gestión de Jorge Amor Ameal (asumió el 1 de noviembre de 2008) al frente de Boca Juniors. Personalmente pienso que Ameal será tan negativo para los xeneises como lo fue el nefasto de José María Aguilar para River. Le quité algunas partes a la nota. Reproduzco lo más interesante en mi opinión:
Su primera apuesta fuerte en lo deportivo pasó por la confirmación de Carlos Ischia como entrenador por un año más y por traer nuevamente al club a Carlos Bianchi, buscando repetir su exitoso paso como DT en su nuevo rol de manager. El “Virrey” firmó un contrato de u$s 1,7 millón por año hasta 2012. Su breve estadía terminó en enero de este año, luego de una derrota veraniega ante River.
El respaldo a Ischia duró 17 partidos en el Clausura 2009, en el que Boca finalizó 14º después de apostar sin éxito a la Copa Libertadores, en la que quedó eliminado en octavos de final. Tras un interinato de dos partidos de Abel Alves, el presidente impulsó el arribo de Basile, otro DT de pasado dorado, que redondeó un undécimo puesto en el Apertura 09 y perdió en la primera ronda de la Copa Sudamericana. Se fue en el verano siguiente, tras el mismo superclásico en Mar del Plata que condenó a Bianchi.
Ameal le hizo un guiño a Alves para que dejara su interinato y lo confirmó por todo el Clausura de este año. El “Chueco” duró 13 partidos en los que apenas ganó dos partidos. Las últimas seis fechas lo reemplazó Roberto Pompei.
Mundial de por medio, Boca tuvo tiempo suficiente para designar al nuevo técnico. Con el mismo convencimiento con el que le renovó a Riquelme un fastuoso contrato cuatrianual, Ameal buscó a Claudio Borghi, campeón con Argentinos Juniors, para que enderezara el rumbo. El “Bichi” exigió refuerzos y se los trajeron, en contrataciones que alcanzaron los 12 millones de dólares. La obligación era ser campeón, pero la realidad volvió a golpear duro. Borghi anunció su salida ayer, luego de una dolorosa caída ante River, la séptima en los 14 partidos que dirigió a un equipo que nunca captó su mensaje.
Otra vez, Pompei será el salvavidas en las cinco fechas finales del Apertura. Hasta que asuma Julio César Falcioni, o el que elija Ameal. Mientras, con un año de gestión por delante, el “Gordo” deberá lidiar con un club que ya relojea la tabla del descenso y que, aun cuando vendió por casi u$s 60 millones en dos años, convive con un pasivo anual de u$s 10 millones.
Su primera apuesta fuerte en lo deportivo pasó por la confirmación de Carlos Ischia como entrenador por un año más y por traer nuevamente al club a Carlos Bianchi, buscando repetir su exitoso paso como DT en su nuevo rol de manager. El “Virrey” firmó un contrato de u$s 1,7 millón por año hasta 2012. Su breve estadía terminó en enero de este año, luego de una derrota veraniega ante River.
El respaldo a Ischia duró 17 partidos en el Clausura 2009, en el que Boca finalizó 14º después de apostar sin éxito a la Copa Libertadores, en la que quedó eliminado en octavos de final. Tras un interinato de dos partidos de Abel Alves, el presidente impulsó el arribo de Basile, otro DT de pasado dorado, que redondeó un undécimo puesto en el Apertura 09 y perdió en la primera ronda de la Copa Sudamericana. Se fue en el verano siguiente, tras el mismo superclásico en Mar del Plata que condenó a Bianchi.
Ameal le hizo un guiño a Alves para que dejara su interinato y lo confirmó por todo el Clausura de este año. El “Chueco” duró 13 partidos en los que apenas ganó dos partidos. Las últimas seis fechas lo reemplazó Roberto Pompei.
Mundial de por medio, Boca tuvo tiempo suficiente para designar al nuevo técnico. Con el mismo convencimiento con el que le renovó a Riquelme un fastuoso contrato cuatrianual, Ameal buscó a Claudio Borghi, campeón con Argentinos Juniors, para que enderezara el rumbo. El “Bichi” exigió refuerzos y se los trajeron, en contrataciones que alcanzaron los 12 millones de dólares. La obligación era ser campeón, pero la realidad volvió a golpear duro. Borghi anunció su salida ayer, luego de una dolorosa caída ante River, la séptima en los 14 partidos que dirigió a un equipo que nunca captó su mensaje.
Otra vez, Pompei será el salvavidas en las cinco fechas finales del Apertura. Hasta que asuma Julio César Falcioni, o el que elija Ameal. Mientras, con un año de gestión por delante, el “Gordo” deberá lidiar con un club que ya relojea la tabla del descenso y que, aun cuando vendió por casi u$s 60 millones en dos años, convive con un pasivo anual de u$s 10 millones.
3 comentarios:
No está mal la nota, pero algunas cosas habría q aclararlas tb.
Ameal le renueva a Ischia x un año más porque el pelado venía de ganar el Apertura 2008.
Bianchi, a mitad del año pasado, baja su sueldo a la mitad (lo cual también quiere decir que Ameal firmó una cifra descomunal).
A su vez, Ameal heredó lo que hizo Pompillo, de quien poco se criticó tras su muerte... y a su vez, Pompillo heredó lo que dejó la gestión de Macri.
http://elsubteciudadano.wordpress.com
Por favor no dejen de mencionar la frase de Ameal sobre la salida de Borghi: "perdimos un técnico, pero ganamos un amigo (?)". Va para frase del año. Saludos!
Como hincha de Boca lo banco a Ameal.
No me pregunte porque.
No quiero que vuelva Macri.
Y asi...con lo jugadores que tenemos, la unica compra que necesita el club es "Actitud".
Borghi dejo algo. Dejo buenos refuerzos y acomodo un poco la defensa gracias a ellos.
Ojala remontemos.
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