sábado, 21 de julio de 2007

Lo quieren enterrado

¿Cuánto vale hoy en día la vida de una persona? Para el gobierno 1 millón de pesos. ¿Piensan que es una broma?...no no. Esa es la recompensa pública (antes era de 200 mil) que ofrecen nuestros líderes para quien pueda dar con el paradero de Jorge Julio López. Hace muy pocos días (18 de julio) se cumplieron ya 10 meses de su desaparición. “El desaparecido no está vivo ni muerto, no está. Es un NN” afirmaba hace unas décadas Jorge Rafael Videla. Las investigaciones para encontrar al albañil están estancadas y nada se sabe de él. Encima el Gobierno busca demostrar interés ofreciendo recompensas en vez de investigar lo sucedido. Es impresentable. Los políticos K se jactan de estar con el pueblo y de buscar condenar a los militares (mucha plata ganó el pingüino en sus años de abogado santacruceño cuando otros dejaban la vida en la calle), pero López sigue desaparecido y casi todos esperamos lo peor…que el tipo esté enterrado hace un tiempo por haber declarado contra el represor Miguel Etchecolatz. ¿Qué solución hay para esto? ¿Quién se va a animar a declarar contra genocidas a partir de lo que pasó? Muy pocos…mientras tanto nosotros ya nos vamos olvidando de lo grave que es que haya un desaparecido en épocas de democracia. Por Dios no nos olvidemos de lo que está pasando.
Ahh por si alguno capaz no sabe sobre Etchecolatz, él fue Comisario general de Policía de la provincia de Buenos Aires, donde se convirtió en la mano derecha del jefe de la Policía Bonaerense general Ramón Camps. En virtud de su cargo, fue responsable de 21 campos clandestinos de detención que funcionaron en la mencionada provincia, en los que fue visto reiteradamente. Entre estos se encontraron el Pozo de Quilmes, el COT1 Martínez y la División Cuatrerismo de La Plata (Arana). También fue responsable por la "Noche de los Lápices". La Cámara Federal lo condenó a 23 años de prisión por encontrárselo responsable de 91 tormentos cometidos durante su actuación como director general de Investigaciones de la Policía bonaerense. Fue liberado cuando la Corte Suprema de Justicia le aplicó la ley de obediencia debida.

8 comentarios:

  1. este tema me hace retroceder a la epoca de alfonsin y las leyes de punto...y de obediencia....
    todos los progres de esa epoca y los imbeciles que siguen hablando de esas leyes que sancionó el congreso.
    poniemdo el tema en su contexto temporal, iban a desfilar por las cortes ,miles de milicos , que aun despues de dos años de haber abandonado el gobierno ,conservaban mucho poder y las armas sobre todo.
    imaginesé lo que podía pasar .
    ahora con el juicio a echecolatz ,desaparece un testigo con total impunidad.
    y las leyes no las "aplican" la corte suprema ,sino que las sanciona el congreso

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  2. Sólo quiero que aparezca con vida. Y me sumo a lo que plantea Lunch. Abrazo!

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  3. lamentable que todavía tengáis que sufrir estos temas.
    Un abrazo

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  4. Es tristìsimo que todavìa pase esto, que todavìa hayan desaparecidos "nuevos" (por asì decirlo), y los hijos de put* de los responsables se sientan con esa impunidad de poder seguir decidiendo sobre la vida de otros..no se, no me cabe mucho màs para decir que eso...me pone triste.
    Aparición con vida ya!


    Muy buen blog.

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  5. Esto es serio.
    La poesía, en cambio, es cuna de frivolidades.
    Brindo por usted y su nueva vocación de blog.
    Beso cordial,
    Romana.

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  6. en este pais hay muy pocos que tienen memoria, que se animan a contar lo que pasa.

    la justicia es la primera de ellos.

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  7. Gracias por tu visita, ha sido un honor ya que tenemos la misma visión de los acontecimientos pasados y presentes; Siempre he dicho que con lo que le pasó a Lopez ¿Quién se va a atrever a atestiguar en contra de estos Hijos de p...? Fue una mordaza muy bien orquestada.
    Te felicito por el blog.

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  8. PARAGUAY: VIDELA SÍ, CHÁVEZ NO
    (Publicado en Kaosenlared x Luis Agüero Wagner)
    Mientras en los países de la región los Derechos Humanos y la libertad de pensamiento van ganando terreno e incluso sirven de plataforma a los políticos para captar votos, los émulos del senador Mc Carthy en Paraguay, capitaneados por el propietario del diario ABC color Aldo Zucolillo, han retrocedido medio siglo en el tiempo que mide el contexto internacional, en un país en el que sólo basta alejarse unos 15 kilómetros de la capital para volver del mundo contemporáneo a la prehistoria, pasando por el modernismo, la edad media y el mundo antiguo. Es lo que se deduce del desmesurado espacio que vienen dedicando a satanizar a Hugo Chávez y a su política exterior, llegando al extremo de escrachar con fotos e infografías a supuestos simpatizantes paraguayos de la revolución bolivariana.
    Nada más natural en un medio donde los políticos que hablan de derechos humanos pierden intención de voto entre el electorado, y la popularidad sube cuando más mano dura prometan.
    Para honrar la memoria, debemos puntualizar que no siempre la prensa paraguaya se mostró tan susceptible a las amenazas a las libertades públicas de la región, sobre todo en tiempos en que los dictadores se asemejaban más al prototipo promovido desde el norte que a sus propios pueblos. Nadie se escandalizó en el periodismo libre cuando el General Alfredo Stroessner visitó Venezuela en junio de 1957 para estrechar vínculos con el dictador militar del país caribeño, General Marcos Pérez Jiménez, en tiempos en que ambos subproductos de la política exterior estadounidense concedían graciosamente tajadas del espectro radioeléctrico a sus adulones. Para que no queden dudas sobre el carácter marcial de su visita, Stroessner se alojó en el local del Círculo de las Fuerzas Armadas de Venezuela, en Caracas.
    Un par de décadas más tarde, un 20 de abril de 1977, era recibido por Stroessner con los honores correspondientes, el Teniente General Jorge Rafael Videla, quien llegaba al Paraguay acompañado de su esposa Alicia Raquel Hartidge. A la noche se llevó a cabo una recepción de gala en el Palacio de Gobierno de Asunción, donde no faltaron los pundonorosos y austeros luchadores por la libertad de expresión, que aún no habían sido seleccionados por la embajada norteamericana como propagandistas de la democracia tutelada. Es conocido que la National Endowment for Democracy , la USAID y la CIA se abocarían a fabricar entre ellos a bien remunerados disidentes y “luchadores por la democracia” en el crepúsculo del régimen militar paraguayo.
    Al conocerse a principios de marzo en Asunción la próxima visita de Videla, ABC color publicaba su recordado editorial donde criticaba al presidente Jimmy Carter por su énfasis en la promoción de los Derechos Humanos y defendía al proceso argentino sentenciando que al presidente norteamericano le era muy fácil pontificar lejos del problema. Por las mismas fechas eran apresados en Asunción Alejandro José Logoluso y Marta Landi, entregados a los sicarios de Videla por las fuerzas represivas paraguayas. Los grupos de tareas de Pastor Coronel tampoco se apiadarían de José Nell, paralítico desde que recibió una bala en los disturbios desatados en Ezeiza por el retorno de Perón.
    El 28 de enero de 1999 Hebe de Bonafini pidió a Baltasar Garzón que solicite la extradición del dictador Stroessner, presentando documentos tales como una ficha policial de la Dirección de Registro de Extranjeros paraguayos de la desaparecida argentina Dora Marta Landi Gil, que está fechada en Asunción en marzo de 1977; una tarjeta del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Marta Landi, que está registrada en Asunción el 10 de marzo de 1997; y un informe de la policía de Asunción, donde se notifica que Marta Landi (argentina), Alejandro José Logolusso (argentino), José Nell (argentino) y otros han sido expulsados del país. Este informe policial está fechado el 16 de mayo de 1977. Entre los documentos, también destacan un registro de vuelo en el que se acredita que, el 16 de mayo de 1977, el capitán de corbeta José Abdalá, (alias Turco) trasladó a Landi Gil y a su compañero, Alejandro José Logolusso, de Asunción a Buenos Aires.
    El destino de todas estas personas, embarcadas en el vuelo del que jamás regresarían, con seguridad poco importan a Zucolillo y otros paladines de la democracia sin chavismo, ayer tan ocupados en recibir las mieles de la proximidad al poder dictatorial, como hoy en sostener su autocomplaciente y fantasmática reputación democrática, aún al precio de buscar sombras en el cuarto oscuro de su conciencia. LUIS AGÜERO WAGNER.

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