Plantear que uno está a favor una nueva Ley de Medios no quiere decir que no pueda cuestionar o dudar infinidad de cosas del proyecto que está en el Congreso. En ese sentido, hoy Jorge Fontevecchia escribió una editorial que me pareció muy buena. Me quiero enfocar en este punto:
De seguir todo adelante, vamos a un cambio del modelo de financiamiento de parte de los medios de comunicación. De medios privados autosustentados por la publicidad, se pasará a medios mantenidos por el dinero público, porque el dinero de los organismos de derechos humanos, pueblos originarios o sindicatos, finalmente, proviene de subsidios, directos o indirectos, del Estado.
La federalización de la comunicación también tiene sus paradojas: los canales y radios provinciales que requerirán financiamiento desde la política para solventarse terminarán en manos de los señores feudales de la política del interior.
Esto remite a miles de cosas. El viernes cuando hablamos con Lanata sobre la ley en La Chilampa nos decía: "Ok vos le das el 33% a la comunidad indígena, pero si el contenido es malo, nadie los va a escuchar y no va a tener publicidad, por ende van a vivir subsidiados por el Estado con publicidad oficial".
Vale recordar que en 2008 el Gobierno gastó 396 millones de pesos en concepto de publicidad oficial (en el Gobierno de la Alianza el presupuesto era de 6 millones). En fin, hay cosas que siguen sin cerrarme.
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