Era 11 de febrero de 1990. Tras 27 años preso, Nelson Mandela recuperaba su libertad. Era el comienzo del fin para el apartheid. Cuatro años más tarde, "Mandiba", como le dicen sus seguidores, fue elegido presidente a través de las urnas. Hoy, con 91 años, es un emblema de un país que se convirtió en la gran potencia africana.
"De nada sirve que salga a prender fuego la casa de un blanco. Si hubiéramos hecho eso no seríamos sede del mundial". La respuesta, digna de un primer mandatario, la realizó un taxista en Ciudad del Cabo. Segregación. Eso significa "apartheid" en español. Fue impuesta por la minoría blanca en 1948 y duró hasta la década del ´90. Durante esos años, los negros tenían menos derechos que los blancos.
Pero ellos no tienen odio, no quieren vengarse. ¿Porqué? Dos razones se repiten en cada entrevista: En primer lugar, no conviene dar esa imagen al mundo. En segundo, el "factor Mandela" como le dicen ellos. Mandela es el principal responsable de que su país no haya terminado en una guerra civil. La gran incógnita es que pasará una vez que Mandela ya no esté.
* Fragmento de la nota que escribí acerca de Mandela para Perfil.com. Si quieren leerla completa, hagan click acá.
miércoles, 10 de febrero de 2010
La importancia de Mandela
Mandela en los 50. (Perfil.com)
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