El año pasado mataron al campesino Cristian Ferreyra. El crimen fue al norte de Santiago del Estero. El
motivo: conflicto de tierras. Lo que hay allá son familias que hace
generaciones viven en el campo. Como antes esas hectáreas no valían ni
un centavo, nadie las compraba. Con el auge sojero, que el Estado
argentino se encargó de potenciar, esas tierras pasaron a ser
productivas. Y comenzaron los desmontes, los alambrados y la expulsión.
Cuando
mataron a Cristian pude viajar hasta su casa para hacer una serie de notas. La situación en la zona era de una tensa calma y todos coincidían
que era cuestión de tiempo para que vuelvan los tiros al monte. Y pasó
nomás. Con la complicidad de todos. El 10 de octubre mataron a Miguel Galván. La noticia no tuvo mucho eco. La revista Crisis mandó al periodista Rodolfo González Arzac que hizo una crónica para la misma.
Semanas más tarde presentaron el documental "Toda esa sangre en el monte", el cual recomiendo:
martes, 27 de noviembre de 2012
Toda esa sangre en el monte
Publicado por Ramón Indart en 12:29
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