"Ahora me puedo dedicar exclusivamente a escribir"

Pasado mañana (jueves 24 de julio) a las 19 horas Carolina Aguirre (Bestiaria, Peleadora) presenta su libro "Bestiaria" (ya está a la venta) en Av. Santa Fe 1860 2do piso (Grand Splendid). La exitosa blogger, que saltó a la fama por su sitio en la web, tiene una pluma que sin dudas hizo que sobresalga dentro de los millones de blogs que existen hoy en día y accedió a una nota de 2Papiros.

Las respuestas son originales, sinceras y terminó siendo una nota, en mi opinión, muy interesante:

1) El libro se llama Bestiaria, igual que el blog, ¿porque ese nombre?

Bestiaria es un bestiario. O sea, una colección de relatos y estampas de animales fantásticos que en vez de clasificar criaturas mitológicas, clasifica mujeres.

2) ¿Con qué se van a encontrar tus lectores en el libro?

Se van a encontrar, ante todo, con un libro.Yo reescribí todo de cero. No traté de refritar el blog. El lector de internet y el de papel no es el mismo y no se puede "dialogar" con él de la misma manera. El de internet es más parecido al televidente o al espectador de cine: es un lector activo, inquieto, disperso, muy visual. Además, los recursos que en internet funcionan bien, en papel muchas veces no sirven. Son como super héroes que fuera de su hábitat natural pierden sus poderes.

3) ¿Cuánto cambió la web y los blogs tu vida, después del éxito de Bestiaria?

Cambió todo. Bestiaria me dio la posibilidad de hacerme conocida en editoriales, diarios, revistas, canales de televisión y trabajar para ellos. Yo ahora me puedo dedicar exclusivamente a escribir. Antes no.

El otro día Casciari (entre otros Orsai) decía en su presentación que internet había acabado con el mito del escritor sufrido. Y es cierto. Ya no podés llorar porque no te leen el manuscrito en la editorial, porque si vos publicás en internet, sos bueno, la gente te lee, van a venir corriendo a buscarte. Aunque no te muevas nunca de tu casa. No tenés que hacer nada, salvo escribir y esperar que suene el teléfono.

Además tengo el privilegio de escribir lo que yo quiero, cuando quiero, como quiero. Bestiaria (que fuera popular, en todo caso) me dio la posibilidad de poner mis propios términos de trabajo, en vez de aceptar las condiciones de los demás.

Por otro lado, tengo mis primeros minutos de fama concreta, porque de repente me piden fotos y que les firme un libro, y no deja de ser extraño verme en una situación de ese estilo. No me gusta, es muy ridículo. En general uso anteojos negros y me escondo y quedo como una payasa. Me da mucha vergüenza.

4) ¿Porqué crees que el blog tuvo tanta repercusión?

Es difícil contestar esto y no caer en una pedantería. Supongo que hay gente que sabe escribir para un lector virtual y otra que no. Tiene que ver con muchas cosas, empezando por un entendimiento raro de la estructura. En internet, como en el cine, el lector existe cuando uno está escribiendo. Yo sé que me van a leer. Sé que alguien está ahí, del otro lado del monitor. Filmar es igual. El hecho de estar filmando garantiza una exhibición. Entonces contemplo como va a recibir ese relato el lector, calculo qué clase de impacto tendrán mis palabras, el aire del texto, la potencia de algunas palabras.

En la literatura no. Uno no sabe si alguna vez eso será publicado, y aunque lo sepa, no sabe nunca quién es ese lector, como lo va a leer, en qué situación. El lector es un efecto colateral de la escritura y no una parte orgánica. En internet el lector está ahí, mirándote fijo.

5) ¿Qué esperas del libro, cuales son tus expectativas?

El libro ya está escrito, no tengo expectativas en ese sentido. Lo que es, es. Ya está. Pero quiero vender bien como todo el mundo, porque vender es la única forma de seguir viviendo de escribir. Y vivir de escribir es lo que más me interesa en el mundo. Igual, está en la calle desde hace 15 días, y le está yendo muy bien, ya se agotó en muchos lugares y están reponiendo. Recién la editorial me envió el ranking de Yenny y es el número 9 más vendido en ficción. En Cúspide, sin embargo es el número 14 en no ficción. Me causa gracia la contradicción, pero estoy muy muy muy contenta con el resultado.