Amigo de lo ajeno

Leyendo y leyendo acerca de la historia argentina para la facu me sorprendió ver como todo se repite (pero no primero como tragedia y luego como comedia como diría Marx) y mientras hace 65 años se discutía el impuesto a las exportaciones de materia prima con el IAPI, hoy sucede algo similar.

En uno de esos tantos recreos por tener la cabeza quemada hasta pensé "osea que al final este gobierno es el más peronista de todos" ya que observé incontables coincidencias entre ambos. Y siempre tuve una especial afinidad con el primer peronismo (no el tercero como señala el nefasto del colo De Narváez) y hasta se me cruzó por la cabeza "¿no debería votar en las próximas elecciones al kirchnerismo?". Después de todo, la oposición es cuasi vomitiba.

Pero mi razón fue no. Y porqué se preguntará el lector, o simplemente dirá "a mi que carajo me importa". Pero bueno, el que haya respondido lo segundo que deje leer el post. Al que le interese aquí les va la principal (pero no única) razón por la cual jamás podré votar a los Kirchner con una metáfora bastante simple pero ideal para el caso:

Supongan que me dice mi padre "invitalo a Néstor que tiene muy buenas ideas. Quiere pintar las paredes, arreglar el jardín. Además logró que la heladera ande y que no se corte la luz". Que bueno. Entonces invitemos a Néstor. Pero, vaya detalle. Resulta que además de sus grandes ideas, Néstor tiene un problema: es amigo de lo ajeno, como dirían en los pueblos. Osea que me ayudará con todo eso, pero mientras tanto va a entrar a mi cuarto, buscar plata en mis cajones y robarla.

Pero Néstor no es cleptómano, sino que lo hace con total conciencia. Conclusión: nunca, pero nunca podría dejar que un ladrón cuide mi casa. Tendrá las mejores ideas y proyectos brillantes, pero si mientras hace eso se queda con lo mío, entonces nunca lo invitaría ni a tomarse una cerveza.