viernes, 25 de julio de 2008

Martín Caparrós habla de la dictadrura

Impecable editorial escribió hoy Martín Caparrós acerca de la detención de Menéndez.
Resumí los mejores párrafos. (la nota completa acá)

Este post es largo, es cierto, pero lo que dice Caparrós vale la pena, así que si pueden tómese 5 minutos para pensar lo que escribió:

Ayer, en su alegato final, el ex Menéndez, ex jefe de una de las unidades militares más asesinas, el Tercer Cuerpo de Ejército, hombre de cuchillos tomar y de presos matar, peroró en su defensa. Dijo, en síntesis, que las fuerzas armadas argentinas pelearon y ganaron para “evitar el asalto de la subversión marxista”. Y yo también lo creo.

Con algunos matices. La subversión marxista –o más o menos marxista, de la que yo también formaba parte– quería, sin duda, asaltar el poder en la Argentina para cambiar radicalmente el orden social. No queríamos un país capitalista y democrático: queríamos una sociedad socialista, sin economía de mercado, sin desigualdades, sin explotadores ni explotados, y sin muchas precisiones acerca de la forma política que eso adoptaría –pero que, sin duda, no sería la “democracia burguesa” que condenábamos cada vez que podíamos.

Por eso estoy de acuerdo con el hijo de mil putas cuando dice que “los guerrilleros no pueden decir que actuaban en defensa de la democracia”. Tan de acuerdo que lo escribí por primera vez en 1993, cuando vi a Firmenich diciendo por televisión que los Montoneros peleábamos por la democracia: mentira cochina. Entonces escribí que creíamos muy sinceramente que la lucha armada era la única forma de llegar al poder, que incluso lo cantábamos: “Con las urnas al gobierno / con las armas al poder”, y que falsear la historia era lo peor que se les podía hacer a sus protagonistas: una forma de volver a desaparecer a los desaparecidos.

A propósito: es la misma falsificación que se comete cuando se dice, como lo ha hecho Kirchner, que este gobierno pelea por realizar los sueños de aquellos militantes: esos sueños, está claro, eran muy otros. En esa falsificación, Kirchner y el asesino ex se acercan; ayer Menéndez decía que “los guerrilleros del 70 están hoy en el poder”, sin ver que, si acaso, los que están alrededor del gobierno son personas que estuvieron alrededor de esa guerrilla en los setentas y que cambiaron, como todo cambió, tanto en los treinta últimos años que ya no tienen nada que ver con todo aquello, salvo para usarlo como figura retórica.

Es curioso cómo se reescribió aquella historia. Hoy la mayoría de los argentinos tiende a olvidar que estaba en contra de la violencia revolucionaria, que prefería el capitalismo y que estuvo muy satisfecha cuando los militares salieron a poner orden. “Ostentamos el dudoso mérito en ser el primer país en el mundo que juzga a sus soldados victoriosos, que lucharon y vencieron por orden de y para sus compatriotas”, dijo el asesino –y tiene razón. Pero la sociedad argentina se armó un relato según el cual todos estaban en contra de los militares o, por lo menos, no tenían ni idea. Es cierto que no podían haber imaginado que esa violencia era tan bruta, tan violenta, pero había que ser muy esforzado o muy boludo para no darse cuenta de que, más allá de detalles espantosos, las fuerzas armadas estaban reprimiendo con todo.

“Luchamos por y para ustedes” –les dice y, de hecho, los militares preservaron para ellos el capitalismo y la democracia burguesa. Pero la sociedad argentina se ha inventado un pasado limpito en el que unos pocos megaperversosasesinos como éste hicieron a espaldas de todos lo que ellos jamás habrían permitido, y les resulta mucho más cómodo. Como les resulta mucho más cómodo, ahora, indignarse con el ex que repensar qué hicieron entonces, a quién apoyaron, en qué los benefició la violencia de los represores, y lo fácil que les resultó, muchos años después, asombrarse, impresionarse e indignarse.

El ex Menéndez es, sin duda, un asesino, y ojalá que se pudra en la cárcel. Es obvio que no es lo mismo la violencia de un grupo de ciudadanos que la violencia del Estado, pero es tonto negar que nosotros proponíamos la guerra popular y prolongada como forma de llegar al poder. Y también es obvio que la violencia de los militares no les sirvió sólo para vencer a la guerrilla: lo habrían podido conseguir con mucho menos.


Ése es el punto en que casi todos se hacen los boludos. La indignación siempre fue más fácil que el pensamiento. Supongo que es mejor que muchos, para sentirse probos, prefieran condenar a los militares antes que seguir apoyándolos como entonces. Pero no deja de inquietarme que todo sea tan fácil y que sólo un asesino hijo de puta suelte, de vez en cuando, ciertas verdades tremebundas.

5 comentarios:

NoTe dijo...

Con la claridad que algunos pocos pueden tener. Muy buen post. Como siempre.

Anónimo dijo...

Me gusto lo de Caparros, uno sabe Menendez es un asesino, pero tambien uno se harta de escuchar mentiras de que la guerrilla defendia la democracia, cosas que no resisten el mas minino analisis. Hay hasta manuales escolares con semejante mentira!

Que la cosas sean claras. (1) Menendez es un asesino. (2) La guerrilla tambien lo era y planeaba algo que en democracia jamas podria llevar acabo porque tenia la oposicion de la mayoria de la poblacion, entonces lo intentaron por la via armada y asesina.

A la Argentina le hubiese ido mucho mejor sin estos 2 grupos que aun hoy, que para haberlo vivido hay que tener mas de 45 años, siguen entorpeciendo nuestro desarrollo.

Franco

Flor Di Niro dijo...

excelente caparrós como siempre, un poco de verdad frente a tanta mentira que muestra a las victimas como heres cuando fueron tan sólo personas, que buscaban cumplir un objetivo..

Anónimo dijo...

mas allá de siempre haberme parecido un tipo interesante, Caparrós escribió incluso libros al respecto, y fue uno de los pocos montoneros con autocrítica. Y hace bien en decir que hacerse el boludo es fácil, pero mejor haría en decir lo que todos pensamos:

que si ademas convences al resto de los que se quieren hacer los boludos de que vos sos la redención, podés incluso capitalizarlo y llegar a presidente...

Lo raro es que 2 posts mas abajo está la nota a Cabandié, otro que no se si se comió el verso boludo o si está aprovechando la tumbada, pese a que me suena muy morboso que lucre con la historia de sus viejos...

Anónimo dijo...

Excelente.
Caparrós nos sigue demostrando q es un grande.