El martes murió Alfonsín. Y DG escribió un artículo para Perfil.com preguntándose "¿Ayer se jubiló Alfonsín?". En el final del artículo decía:
Nuevas camadas de radicales -los mismos que lo habían apoyado a él, pero que querían reciclarse-, pedían que diera un paso al costado, que le dejase paso a las "nuevas generaciones". "Je, je, ¿usted dice que me quieren mandar a Chascomús?". Pero enseguida se ponía serio y relucía esa terquedad que fue una de sus aderezos personales. "¿Usted sabe cuándo se jubila un político...? Cuando lo sacan con los pies para adelante".
Para bien o para mal, los hombres como él siguen influyendo más allá del certificado de defunción. Desde donde esté, el viejo zorro de Chascomús reirá satisfecho cuando en las próximas elecciones se lo mencione en las tribunas. Y tendrá que aceptar una reformulación de su teoría: un gran político ni siquiera se jubila con su muerte.Y así sucedió. Porque ahora Ámbito Financiero dio a conocer una carta secreta que dejó Alfonsín en la cual pidió por la unión de la UCR. Y piénsenlo: el 28 de junio hay elecciones y su hijo Ricardo Alfonsín es candidato en la lista. Está segundo, detrás de Margartia Stolbizer.
No creo que quede en el primer lugar, porque sería algo muy burdo y de mal gusto usar así la muerte del líder radical. Pero que a nadie le extrañe que a partir de ahora Stolbizer aparezca en todo acto junto a Alfonsín, ya que hoy esa palabra es una buena palabra. Y acumula votos.
Los supuestos valores alfonsinistas están arriba de todo y las 60 mil personas que fueron a verlo lo demuestran. Por eso es que hasta en su muerte Alfonsín pensó de forma política. Es como si hubiera esperado a este momento para darle un empujón a su partido para que obtenga más votos. Como si hubiera esperado para que Cobos esté como Presidente y se luzca frente a todos. Por eso dejó la carta para la unión y para que hagan lo imposible en las urnas.
Por eso murió un 31 de marzo, a sólo 87 días de unas elecciones claves para el futuro político del país. Por eso antes de morir hizo un esfuerzo político más. Por eso Alfonsín, en sus últimos minutos, no pensó en nada más que en política.
1 comentario:
Gran post, muy pero muy bueno. Saludos!
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