domingo, 6 de febrero de 2011

Ser embajadora en África


María Susana Pataro, tal como lo explica ella en su blog "nació en Buenos Aires, antropóloga egresada de la UBA (1973), diplomática de carrera (Instituto del Servicio Exterior de la Nacion, 1976), estudios de posgrado en la Universita degli Studi de Florencia, Italia (1986), su actividad profesional la llevó a desempeñar funciones en Francia, Grecia, Italia , la UNESCO y Nigeria"

Actualmente es embajadora en Nigeria. Además tiene 21 países bajo su jurisdicción. Por la simple razón de trabajar en un continente tan sorprendente como África, quise hablar con ella. Aquí la entrevista:

¿Qué es lo mejor de ser embajadora en ese continente?

Como profesional, la posibilidad de adquirir una perspectiva más rica para comprender la complejidad de las relaciones internacionales; en lo personal, impregnarme de la cultura y el estilo de vida de pueblos que son herederos de civilizaciones antiguas así como el hábitat de especies amenazadas. El África occidental, contrariamente a lo que ha sucedido con el norte y el sur del continente africano, ha merecido menos atención de la Argentina y por ello, cualquier cosa que hagamos, aunque parezca insignificante, hace la diferencia.

Una de las mejores experiencias que me toco vivir fue presentar credenciales en países donde hacia décadas que un Embajador argentino no ponía los pies, como Benin y Chad, que constituyeron momentos memorables.En el caso especifico de Nigeria, donde la Embajada tiene jurisdicción sobre países de África occidental y central entre los cuales hay ex colonias británicas, francesas, portuguesas y española, la posibilidad de conocer mejor sus historias y sus desafíos actuales así como la visión que nos devuelven de la Argentina donde, curiosamente, contamos mas para ellos que ellos para nosotros.

Uno de los periodos más interesante fue el año 2010 que coincidió con la celebración del cincuentenario de las independencias de numerosos países africanos, a la par que Argentina conmemoraba su bicentenario. Ello nos abrió un estimulante marco de reflexión.Apreciar el mundo desde los países considerados como centrales, o aun desde Argentina donde no se habla casi nunca del África, y verlo desde las propias realidades africanas conviviendo con la gente y sus problemas, sus carencias cotidianas, pero también su increíble energía y alegría de vivir, es una experiencia única e insustituible que completa la visión del mundo de cualquier diplomático.

¿Lo peor?

En términos generales, la calidad de vida es muy inferior a la que estamos acostumbrados cuando venimos de un país como Argentina y de una ciudad vibrante como Buenos Aires. Antes de emprender un viaje al África subsahariana, en general, hay que ir a una institución especializada en medicina del viajero y aplicarse una cantidad de vacunas: Fiebre amarilla, meningitis, rabia, tétanos, polio, hepatitis y consultar sobre la profilaxis para la malaria mas adecuada a nuestro organismo.

Además hay que habituarse a cuidar detalles ínfimos en la higiene cotidiana incorporando algunos hábitos como lavarse los dientes con agua mineral. En el África occidental, en general, y en Nigeria, en particular, la carencia de asistencia medica adecuada es un tema delicado que obliga a prever una evacuación sanitaria en el caso de una intervención quirúrgica o la realización de estudios de alta complejidad. La seguridad es otro tema sensible que limita los desplazamientos no solo dentro de algunos países sino en ciertas ciudades donde es imposible circular por la noche.

Un inconveniente, que no suele percibirse desde Argentina, es la escasez de conexiones aéreas directas entre muchos países lo que hace de los viajes intrarregionales experiencias largas y extenuantes, amen de costosas. Doy un ejemplo: para ir al Chad, país fronterizo de Nigeria, al que se podría acceder en una hora de avión – si existieran vuelos – hay que desplazarse en dos tramos. Primero ir a Etiopia, donde se pernocta y recién al día siguiente volar a N’Djamena. Un poco resultado de la historia colonial resulta más sencillo y menos costoso viajar desde las ex metrópolis coloniales. Es el caso, por ejemplo, de Francia con Mali, Chad, Benin.Burkina Faso, la República del Congo, Senegal, y muchos otros lugares donde se cuenta con vuelos cotidianos directos desde París.

Vinculado con el tema de las conexiones aéreas, viajar a la Argentina desde Nigeria puede demandar mas de treinta horas. En las sociedades africanas hay una noción del tiempo que poco tiene que ver con la nuestra donde vivimos prisioneros de un engranaje de días, horas y de plazos. Ese rasgo hace que muchas gestiones que se nos solicitan desde la administración central no puedan ser satisfechas, o por lo menos, no en los términos y en los plazos requeridos.

¿De qué manera combinas el rol de embajadora con el de conservacionista?

La preocupación por la conservación del patrimonio cultural y natural de la humanidad, en mi caso, expresa una manera de ser y de estar en el mundo que impregna no solo la forma de ejercer mi profesión sino mis opciones cotidianas. La figura de un embajador, aun exuda un halo de prestigio que, en mi opinión personal, obliga a una forma de responsabilidad social utilizando esa herramienta simbólica para llamar la atención o sensibilizar sobre causas importantes. Y una de ellas es la protección de especies amenazadas.

Doy un ejemplo: en el año 2006, en coincidencia con las primeras elecciones democráticas que tenían lugar en la República Democrática del Congo después de 40 años, fui invitada a conocer personalmente la situación de los grandes parques congoleños y a pasar la Navidad con los primates del Congo. En esa forma recorrí Kahuz-Biega, un parque saqueado ferozmente para apropiarse del coltan, el mineral que se utiliza en computadoras, play-station y teléfonos móviles. Era la primera visita de un “invitado de notoriedad” – como decían mis anfitriones - desde la finalización de la guerra y ello les permitió mostrar que “en el Congo aun quedan gorilas…” .

Después me entere que la televisión de Kivu del Sur, junto con las ceremonias de asunción del nuevo gobierno, había transmitido durante una semana las imágenes de la visita, que fue memorable en muchos aspectos. Fue un mensaje fuerte que un Embajador procedente de un país lejano como la Argentina, se interesara por los parques, los “rangers” y por sus gorilas. El impacto fue tan grande que, seis meses después, el flamante gobierno congoleño me condecoro.

¿Cómo ves África, que te preocupa de ese continente, que rescatás?

El África, como algo homogéneo o monolítico, no existe. Existe un mosaico de pueblos y culturas tan variado que resulta temerario generalizar. Cada vez que viajo a un país africano a partir de mi base en Abuja, me sumerjo en una realidad cultural, política y social diversa, con una historia colonial y pos colonial diferentes y una manera sutilmente diferente de integrarse al juego de la política internacional. África es diversa y el monolitismo no le cuadra ni ayuda a comprenderla.

El continente africano es inmensamente rico: uranio, petróleo, diamantes, energía hidroeléctrica, tierras arables, coltan, maderas exóticas. Pero también es rico por su diversidad biológica y cultural. La cuenca del Congo, por ejemplo, alberga ecosistemas únicos y poblaciones con conocimientos ancestrales. Me preocupa la expoliación de sus riquezas que continua alimentando conflictos y provocando violaciones de derechos humanos.

El África no es un continente pobre, son los pueblos africanos que son pobres. La mayor parte de las jóvenes naciones africanas tienen que asumir el reto que significa aprovechar esas inmensas riquezas para crecer de manera inclusiva, fortaleciendo sus instituciones, eliminando la corrupción y elevando la calidad de vida para su población asegurándole el acceso a los cuidados médicos, educación, energía, agua. Desearía que en ese reto los países africanos no se encuentren solos sino respaldados por naciones emergentes, como la Argentina, con una experiencia aquilatada como productora mundial de alimentos y un importante desarrollo científico en el campo de la salud.

Así como sucedió con la China, el África se despertará pero no sabemos qué forma va a tomar ese despertar. Lo que esta sucediendo en el norte del continente – en Túnez y Egipto, por el momento - puede tener una influencia difícil de determinar.

¿Te dan ganas de volver a la Argentina o no?

Argentina constituye el punto de partida y de retorno para todos los que trabajamos en el servicio exterior. Experimentar condiciones de vida tan extremas me ha hecho apreciarla aun más y disfrutar, como nunca antes, de sus cosas buenas que son muchas más de las que nos imaginamos pero que nos pasan inadvertidas por falta de perspectiva. Ese suele ser el tema recurrente de mis conversaciones con los taxistas cada vez que desembarco en Ezeiza durante mi trayecto a Buenos Aires

¿Podrías contar alguna anécdota de tu trabajo allá?

Hace un par de meses fui a presentar credenciales a la República de Chad un país extenso y poco conocido. Situado en África central, desde donde tiempo inmemorial circulaban caravanas transportando desde especias hasta esclavos, no tiene salida al mar y se encuentra rodeado por vecinos que más de una vez le han traído problemas en sus extensas fronteras. La mitad de la población es musulmana y la otra mitad cristiana y existen practicas como el rapto de la novia, el casamiento con niñas apenas llegadas a la pubertad y es frecuente el uso de la “burka” entre las mujeres.

Recuerdo que el día de la ceremonia vino a buscarme al hotel donde me hospedaba una impresionante limusina escoltada por dos motociclistas que me condujeron al Palacio presidencial con las sirenas a todo vapor para abrir el paso. Debo confesar que el trayecto por las calles calcinadas de N'Djamena poblada de hombres altos y esbeltos cubiertos de túnicas y turbantes claros, sentados displicentemente a la vera de sus modestas viviendas y negocios, fue una vivencia muy curiosa.

Pero el mayor choque cultural fue ver a las mujeres, muchas de ellas envueltas en ”burkas” oscuras, que, ante el paso del inusual cortejo, sorprendidas daban vuelta sus cabezas para ver la limusina donde, curiosamente, transitaba una hermana llegada de otro rincón del mundo – de un país conducido también por una mujer - a presentar sus credenciales al Presidente de la República.

Dos mundos que se tocaron en una jornada envuelta en las partículas arrastradas por el “harmattan”, el temible viento que sopla desde el Sahara, para desgracia de nuestros ojos y vías respiratorias, y que envuelve pueblos y ciudades en una nube dorada con la consistencia de los sueños.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Una nota de Africa llena de contenido ,( que no sea footbal ), muy interesante , espero la continuacion

Anónimo dijo...

Felicitaciones Susu, voy a subirlo a mi FB para que mis 745 amigos te lean. bacino Susa.

Anónimo dijo...

Felicitaciones a la EMbajadora Susana PAtaro por su excelente labor el el Africa. Como Argentina, es un orgullo que una persona tan culta, apasionada y dedicada nos represente. Gracias por compartir esta nota. Virginia E.

Ignacio Nicolás Rodríguez dijo...

A ver si esta pedazo de conservacionista me arregla el asunto de la Fragata Libertad en lugar de preocuparse por los gorilas en la niebla!!!!

Anónimo dijo...

Aparentemente no pareceria haber contradiccion entre preocuparse por los gorilas en la niebla y por vivir en un mundo mejor y trabajar en recuperar la Fragata Libertad. La responsabilidad social no esta renida con la tarea profesional de nadie.
El miercoles 19 de diciembre la Fragata zarpo del puerto de Tema y la senora se banco mas de 80 dias poniendo los ovarios sobre la mesa. Al Cesar lo que es del Cesar.

Anónimo dijo...

DEn oportunidades a los amigos nigerianos que quieren venir a formarse en una carrera,veo mucha discriminacion siendo argentina que me da vergüenza, a veces no sé como defender nuestro preámbulo cuando invitan a entrar y circular en nuestro pais "libremente" , mi amigo solo recibe negativas, siendo que presenta los documentos necesarios para poder venir a invertir en su educación en este país.Pronto iré a Nigeria a visitar a esta familia amiga, y espero no haya devolución de gentilezas por parte de la embajada nigeriana negandime la visa.Ojalá pudiera ser más fácil las cosas para aquellos que quieren venir a mi país y respetando las formas legales desde un principio como hac emi amigo...